Durante la última semana de marzo, 13 alumnos de primero de bachillerato y una alumna de cuarto viajaron a la capital de Irlanda en un viaje de inmersión lingüística en el que tuvieron la oportunidad de practicar su inglés y conocer la cultura y tradiciones del país.
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El primer día, el más soleado de toda la semana, hicimos un recorrido por los Montes de Wicklow, pasando primero por la localidad costera de Bray, donde pudimos pasear por su playa. A continuación nos dirigimos a uno de los lugares más espectaculares de la zona: Glendalough, el Valle de los dos Lagos, donde tras visitar las ruinas del monasterio fundado por Saint Kevin en el siglo VI hicimos una ruta a pie para ver el bonito upper lake. Antes de volver a Dublín, Henry, nuestro conductor y guía, nos subió por los Montes de Wicklow para conocer el Lough Tay, también llamado Guinness Lake, porque desde arriba parece una cerveza Guinness tumbada.
De martes a jueves los alumnos asistieron a clase de 9 a 13 en Oscars International, una escuela en el centro de la ciudad. Después de comer el “packed lunch” que les preparaban las familias comenzaban las actividades de la tarde, que consistían en rutas guiadas por Dublín y lugares cercanos, como el pintoresco castillo de Malahide (que dicen está habitado por siete fantasmas) o Howth, el pueblo pesquero más importante de la costa este irlandesa.
La última parte del día, después de la cena (entre seis y media y siete), los alumnos dedicaban el tiempo a hablar y ver la tele con las familias y así conocer de primera mano el estilo de vida irlandés.
A pesar de algún que otro contratiempo, creo que todos coincidimos en que fue una gran experiencia. Los alumnos disfrutaron un montón. Y las profes (todo sea dicho) también.
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